AÑO TOMAS CARRASQUILLA - 150 AÑOS - (1858 - 2008)


El escritor
Tomás Carrasquilla nació en el pueblo de Santo Domingo (Antioquia) el 17 de enero de 1858, cuando, como él mismo decía, “no se conocían otras máquinas que las de coser, los relojes y los molinos”.

Vivió en su pueblo durante cuatro décadas, donde comenzó a escribir y produjo obras tan recordadas como Simón, el mago y Frutos de mi tierra, su primera novela publicada en 1896.
Inició sus estudios en la Universidad de Antioquia, pero se retiró a causa de las guerras civiles de la época y regresó a Santo Domingo a desempeñarse como sastre, secretario del juzgado y juez municipal. Hizo parte activa de la Sociedad del Tercer Piso, un grupo de amigos lectores, fundadores de una selecta biblioteca en 1893, que se conserva hoy como patrimonio documental de la Nación.
A principios del siglo XX se trasladó a Medellín y, afectado por una quiebra del Banco Popular que lo dejó en “bancarrota”, se internó unos años en la mina de San Andrés, cerca de los municipios de Argelia y Sonsón. Allí trabajó como dispensario de la mina y continuó leyendo y escribiendo.
Entre 1914 y 1919 vivió en Bogotá, donde trabajó como funcionario del Ministerio de Obras Públicas y regresó a Medellín, donde escribió sus dos obras cumbre: La marquesa de Yolombó y la trilogía Hace tiempos. Allí murió el 9 de diciembre de 1940, a sus 82 años.



Su obra

Compuesta por más de treinta piezas, entre novelas, cuentos, crónicas periodísticas, ensayos y perfiles, la obra de Tomás Carrasquilla es un referente esencial de la cultura colombiana.
Entre estas piezas se destacan cuentos como En la diestra de Dios Padre, San Antoñito, El ánima sola y El Zarco, y artículos de crítica literaria como Las Homilías, que causaron polémica a principios del siglo XX.

La reimpresión de algunas de sus novelas y de sus cuentos más populares renovó la memoria y conservó la vigencia del autor antioqueño durante todo el siglo XX. Sin embargo, aparte de las ediciones de las Obras Completas realizadas por Epesa (Madrid) en 1952, y Bedout (Medellín) en 1958, que hacen parte del acervo patrimonial de las bibliotecas, así como de una selección de algunas de sus novelas y cuentos, buena parte de su obra periodística, biográfica y crítica, parece condenada al olvido.


¿Por qué estamos celebrando?

El sesquicentenario del nacimiento del autor antioqueño se presenta como una oportunidad única para el rescate de la memoria de una obra que ha de ser recordada por inmortalizar un periodo y una región, incluyendo las costumbres y la jerga particular de su gente.
Teniendo en cuenta que Carrasquilla ha sido el exponente colombiano de la novela sociológica europea (aquella que busca indagar sobre la psicología de los distintos sectores sociales a través de un retrato de sus comportamientos, su lenguaje peculiar y sus creencias) y que la maestría de su prosa, conocimiento del castellano y genial observación de su entorno son su contribución al desarrollo de la literatura nacional, es preciso y merecido exaltar su nombre e incitar a su lectura, sobre todo en las nuevas generaciones.


Tomado de http://www.udea.edu.co/

No hay comentarios: